La Terapia Familiar es una disciplina terapéutica que interviene con la familia en su conjunto, el objeto de intervención son los sistemas y subsistemas familiares y no individuales. En este modelo el paciente es la familia y la forma en que interactúan sus miembros y quien presenta un problema es solo el síntoma de un sistema enfermo.
Algunos objetivos de la terapia familiar son:
· Lograr que la familia cumpla con las funciones básicas tanto físicas como emocionales para un sano desarrollo de sus miembros.
· El aumento de la comprensión mutua y el apoyo emocional entre ellos.
· El desarrollo de estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas ante diferentes dilemas y situaciones de la vida.
· La reestructuración del sistema.
· Desarrollar la capacidad de comunicación entre los miembros.
En general, cualquier situación o problema que afecte a las relaciones entre los miembros de la familia, su funcionamiento y su rol de apoyo, puede beneficiarse de la terapia familiar sistémica.
La terapia familiar puede ser útil en tiempos de crisis y también con respecto a problemas de larga duración. Algunas de las cuestiones o situaciones en que una familia podría beneficiarse de la terapia familiar son:
· Problemas de salud, enfermedades físicas y crónicas, en particular
· Trastornos psicosomáticos.
· Salud mental infantil y de adolescentes.
· Salud mental para adultos.
· Dificultades psicosexuales.
· Abuso de alcohol y de otras sustancias.
· Problemas de pareja, incluida la separación y el divorcio.
· Acogimiento familiar, adopción y otras cuestiones relacionadas con el ciclo vital familiar y las etapas de transición.
· Promoción de habilidades parentales y mejora del funcionamiento familiar.
· Experiencias traumáticas, la pérdida y el duelo.
· La alteración de la vida familiar debido a conflictos sociales, políticos y religiosos.
· Estructura de las sesiones.
Una sesión de terapia familiar por lo general dura entre 60-90 minutos, los intervalos entre sesiones son de una a varias semanas dependiendo de los problemas presentados, las necesidades de los miembros de la familia, la fase del tratamiento y otras variables. Aunque es difícil de estimar y difiere ampliamente, la duración media del tratamiento en terapia familiar oscila entre la 6 a 20 sesiones. En terapia familiar se aspira a trabajar en un modelo breve y pragmático como un medio de minimizar la dependencia del paciente en el proceso de ayuda profesional.
En ocasiones los terapeutas familiares, puede elegir y proponer a la familia alternar sesiones con todos los miembros, o con sólo unos miembros (o inclusive individuales), sin perder por ello la visión integral de todo el sistema familiar en su conjunto.